El hábito no hace al monje, pero sí hace que se aprueben las oposiciones. Gracias al hábito podremos conseguir cualquier objetivo que nos propongamos. Por ello, la técnica Seinfeld nos ayuda a crear hábitos de forma sencilla pero efectiva.
El hábito puede definirse como la repetición de conductas y rutinas, haciendo que hagas las tareas de forma espontánea y con naturalidad. Si llevas un tiempo estudiando ya tendrás tus hábitos establecidos, pero siempre hay conductas o rutinas que nos son tan fáciles de asimilar. Por ejemplo, cumplir 100% con la rutina que hemos establecido ¿Cómo podríamos formar este hábito?
En el ejemplo planteado, tenemos dos componentes muy importantes, por una parte, tener la rutina de estudio establecida y, por otra, crear el hábito de esa rutina. Para desarrollar una buena rutina de estudio, es fundamental clasificar las tareas tal y como ya vimos con la Técnica Eisenhower. Para crear el hábito, según Seinfeld, se debe apuntar en un calendario que usemos con asiduidad una marca “X” cuando se logre cumplir esa rutina. De esta manera cada vez que veas el calendario recordarás que has cumplido lo que te has propuesto.
A cada día que cumplas tu objetivo, se hará más espontáneo y natural. Irás viendo una cadena de “X”, la cual no querrás “romper” porque significa que estas consiguiéndolo.